sábado, 8 de septiembre de 2012

Todos contra el fuego

Hubo una época en la que la publicidad nos obsequiaba con un spot donde personajes famosos nos insistían en el deber de preservar nuestros bosques y luchar contra el fuego. El anuncio iba acompañado de una tonada que tarareábamos todos en calles, plazas y ministerios. No hubo mejor labor de marketing: gracias a ello, varias generaciones de españoles tenemos metida en la sesera la idea de que el fuego destruye y que la quema de bosques y montes no puede reportarnos nada bueno.
A pesar de la concienciación, siempre hay intereses creados y mendrugos aleccionados dispuestos a prender fuego a una de nuestras mayores riquezas. Cada verano, el fantasma del fuego pasado, presente y futuro viene a visitarnos, para recordarnos que, de seguir con semejante chispeante actitud, el día de mañana esto va a ser un erial, donde todos nos convertiremos en pueblos nómadas buscando charcas por la piel de toro. Aunque, claro, hasta llegar a esta situación apocalíptica deberemos pasar por varios estados de degradación, a cada cual más doloso.
Para más inri, nuestro gobierno, al que tanto le gusta jugar a los recortables, ha menguado los recursos de extinción de incendios, con lo que las críticas le han ido cercando como pavesas candentes a lo largo del verano. Y hete aquí que cuando esto ya prácticamente se acaba, se acerca el otoño (a mi entender, la estación más antipática del año) y se cae la hoja, parece que también se nos cae la cara de vergüenza viendo nuestros paisajes hechos una pena. Así que al grupo de asesores tan lustrosos que rodean a quienes más mandan se les ha ocurrido la idea del millón: obligar a los parados a limpiar las zonas incendiadas. No me veis, pero me me he puesto a aplaudir como loca.
Estar parado en este país no solo es una desgracia; también un estigma. El desempleado, a ojos del gobierno, viene a ser un vago y maleante que disfruta de una situación privilegiada, tumbado todo el día en el sofá de casa mientras ve Teledeporte. Básicamente. Porque, encima, el muy caradura no sale para no gastar y, claro, así no hay quien levante la economía. Total, que no sé muy bien si para hacerles purgar sus culpas o tenerles ocupados en algo, se ha decidido que lo mejor es ponerlos a currar (sin sueldo, obviamente) reemplazando a otros a los que, previamente, se ha despedido. La pescadilla que se muerde la cola y, encima, se hace daño.
Gracias a las magníficas salidas de madre de la alcaldesa de Madrid, doña Ana Botella, ya tenemos a parados echando una mano en las bibliotecas de la Comunidad. Ahora, también se pretende echarlos al monte, aunque no tengan ni pajolera idea de lo que es un árbol o una ardilla ni de qué hay que hacer con el suelo tras un incendio. Esto último da igual, porque se les monta un cursillo con tres perras y arreando.
Así que en ahí andamos, pretendiendo que gran parte de nuestros más de cinco millones de desempleados que tanto avergüenzan al gobierno cuyos miembros deberían mirarse al espejo más a menudo (a lo mejor si repiten Candyman tres veces, van y desaparecen), ejerzan empleos encubiertos sin sueldo y sin derechos laborales. De seguir por semejante senda, pronto tendremos a desempleados ocupando gratis plazas de profesores en los colegios tras los recortes de educación y ejerciendo de enfermeros después del huracán que asola la sanidad pública. Total, poner una tirita y tomar la temperatura lo sabe hacer cualquiera, ¿no?
Imagino que, tras tantas ideas de pata de banco, vendrá el maravilloso asunto de los minijobs, esos empleo que te pueden condenar a la precariedad de por vida, cobrando una mierda mientras trabajas como un esclavo. Cosas de la Merkel que, cuando se pone a pensar, es como para correr a hacer la maleta y largarse bien lejos. A la Estación Espacial Internacional mismamente. Me han dicho que allí son tan apañados que arreglan las cosas con un cepillo de dientes. Que no lo divulguen mucho, no vaya a ser que aterricen y este nuestro gobierno les obligue a acabar la Sagrada Familia con hilillos de plastilina. No puedo con la vida.


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