Se veía venir. Cual pareja que se tira los trastos, los fundadores del 15M, antes a partir un piñón, han tomado ya caminos separados. Todo después de que, al fin, y tras un año de trasteo, los fundadores del cotarro hayan decidido registrar oficialmente como asociación a Democracia Real Ya, algo imprescindible si se tienen miras de intervenir en política.Quienes creían que esto era una fiesta asamblearia predestinada a dar la lata, pero sin la menor capacidad de intervención ni de decisión, se han quedado con los mocos colgando al ver que los tres mosqueteros que idearon el asunto han pensado lo mismo que una servidora: o esto se institucionaliza o no habrá forma humana de que el movimiento pueda intervenir en el desarrollo de la cosa pública, entendida como tal la alta política.
Lo acontecido nos confirma lo que todos sabíamos, pero que aquí la panda se negaba a admitir y digerir: que el 15M es un movimiento sobre todo y principalmente de izquierdas. Recordemos que ellos se empeñaban en decir que allí tenían cabida todas las tendencias. Y una mierda. Solo la izquierda monta semejantes guirigays públicos a la hora de decidir un liderazgo. Únicamente la izquierda cuenta con ese superpoder de dividirse en microfacciones desligadas unas de las otras cuando alguna pretende adquirir mayor protagonismo que el resto. La derecha no. La derecha está encantada siguiendo al líder como un solo hombre.
Dicen las tres cabezas pensantes de Democracia Real Ya que una organización horizontal es ineficiente e inoperativa. Depende. Si se ha constituido para discutir y debatir, no necesita adquirir una verticalidad ni fingirla. Lógicamente, cuando lo que se pretende es tomar decisiones y hacerlas efectivas, una organización horizontal, sin órganos de gobierno que asuman y canalicen la capacidad de intervención, es una entelequia muy bonita y muy utópica, pero poco más.
Esta pelea de facciones en plan "yo me quedo con Facebook y tú con Twitter", para ver quién hace más ruido y logra mayor número de amigos es, además, bastante inmadura, y demuestra que mucho de los que han estado ahí lo han hecho para pasar un rato muy a gustito y mirarse básicamente el ombligo. Porque las palabras son muy bonitas, las reuniones muy reconfortantes y las ideas maravillosas, pero después de la exposición viene la acción. Todas esas propuestas que la gente dejó en los buzones necesitan tomar forma y ser defendidas, algo que, visto el pasotismo de los partidos oficiales y oficialistas, deben asumir quienes propusieron en su día impulsar nuestra libertad de expresión y dar salida a tanta mala leche.
El paso lógico del 15M no es asentarse en Sol cada vez que se cumpla su aniversario sino crecer y medrar como grupo organizado verticalmente, con gente que tire del carro y otra que trabaje desde la base. Lo contrario significa su paulatina desaparición y la conversión progresiva en anécdota. Siempre dije que el movimiento indignado era algo perfectamente organizado, como una serpiente dormida que anida en el subsuelo preparándose para salir a la superficie en cuanto las condiciones le son favorables. Pero pretender mantener el mismo comportamiento ad eternun es absurdo e improductivo.
Desconozco si los así autoproclamados fundadores de Democracia Real Ya reúnen los méritos, rasgos y voluntades para convertirse en líderes efectivos. Pero, lo que está claro es que, si ellos no lo son, alguien debe de asumir el papel. Creo que la división solo da argumentos a los enemigos para desprestigiar un movimiento que tanto nos ilusionó a todos. Y opino también que las dos facciones deberían reconsiderar el divorcio o, en caso de no llegar a un acuerdo, renunciar a la casa y los niños en favor del otro. Por el bien común y la coherencia social.
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