Imaginemos que un extraterrestre tiene la mala suerte de aterrizar en el centro de Madrid tal día como ayer encontrándose con esa florida manifestación contra ETA y la legalización de la izquierda abertzale. Suponiéndole cierto conocimiento sobre la historia de nuestro país, el pobre pensaría que a los sensores de su nave les había dado un tabardillo y le habían colocado unos cuarenta y cinco años antes, justo a finales de los sesenta. Tanto símbolo falangista, tanta bandera, tantas consignas muy poco democráticas... Lo dicho, un lío histórico de tres pares de narices.
Hay que reconocerle a esta derecha de nuestras entretelas, haber convertido las manifestaciones en romerías llenas de salero y pasión. Como en las de cualquier pueblo de nuestra geografía, en estas macrofiestas a mayor gloria de la oposición no falta de nada: tambores, bocadillos, bota de vino y, por supuesto, todos ataviados con las mejores galas, que para eso van de fiesta. En cambio sí sobra mala uva y ciertos despropósitos que al final les acaban perdiendo. Por mucho que nos rechinen Zapatero y Rubalcaba, eso de convertirles en cómplices y amiguetes de una banda armada es, como mínimo, antidemocrático. Ideas de este tipo son las que quitan legitimidad a una marcha popular. Partimos de una base que a todos nos toca la fibra sensible: el terrorismo, sus víctimas y sus triquiñuelas para entrar en el sistema democrático sin abandonar las armas. Pero cuando lo convertimos en un campo abonado para el insulto y las descalificaciones más absurdas, la cosa pasa a dar lo que yo llamaría ascopena. No seré yo quien diga que no se insulte a nadie en las manifestaciones, pero una cosa es que se haga porque objetivamente el protagonista literalmente la ha cagado y otra aprovechar que el Pisuerga pasa por Valladolid y adjudicarle acciones fraudulentas que serían constitutivas de delito. Legal y moral. El fin no siempre justifica los medios.
Dicho lo cual, hay una cosa que envidio muchísimo de este PP que nos adorna: su capacidad de moverse como un solo hombre. Para ir a votar, al mitin o de mani. Mientras la izquierda.... Sin comentarios.
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