miércoles, 13 de abril de 2011

Niñatos

Justin Bieber la ha vuelto a liar. A este adolescente cantarín no le gustan un pelo los fotógrafos ni los photo call, con los que se pasa las ruedas de prensa por donde yo me sé ante el estupor y el cabreo de los profesionales de la información. En su descargo hay que decir que el artista tiene 17 años. Y con esa edad te crees el rey del mundo, una suerte de superhombre inmortal al que todo le importa un bledo porque el futuro es un contenedor mayor que el pasado y siempre habrá allí alguien que le ría las gracias.¿En su contra? Que a mí me da igual lo que canta, cómo canta y el dinero que gane; el caso es que, o está mal asesorado o es un maleducado. O las dos cosas.
En fin, que no estoy aquí para juzgar a un niño de 17 años. Veo mucho peor a esos niñatos de treintaytantos cuya mentalidad no ha pasado de los 15... o menos. Esos tipos (y tipas) que viven para hacer botellón, reírse de chistes estúpidos, despreocuparse de todo aquello que ocurra a su alrededor que no les afecte directamente y con una facilidad pasmosa para tomarse la vida tan poco en serio que da auténtica pena. Lo suyo es vegetar y dejar que la existencia pase por ellos en lugar de al revés. ¿El resultado? Mantienes una conversación con esta pandi y sales con la sensación de haber estado hablando con Pikachu. Por no mencionar el tiempo perdido intentando sacar alguna idea en claro de donde solo existe un erial exento de pensamientos frescos.
Me gustaría entrever cómo será Justin Bieber con treintaytantos. O, ya que estamos cotilleando, cómo fue cualquiera de estos niñatos en su adolescencia. A lo mejor me llevo una sorpresa y es ahí donde se les atrofió la neurona. Esa misma que lo pasa mal cuando se bate en duelo con otra más lista que ella. Los esfuerzos por parecer medianamente normal acaban perjudicando seriamente la salud. Niñatos...

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