martes, 5 de abril de 2011

Un placer

Hay un placer que es el no va más en cuestión de hedonismo. Yo no lo he probado pero debería, porque el éxito de crítica y público es tal que algo tiene que tener para poner a la gente como una moto. Me refiero al enorme e inusitado "gustirrilín" que da quedarte con cualquier objeto que te han prestado, ya sea un compañero de trabajo, de colegio, de universidad... El caso es atesorarlo como si fuera lo mejor que te ha pasado en la vida.
Los motivos de tal acción las desconozco, pero las puedo intuir. Poniéndome romántica diría que uno guarda cosas ajenas por cariño, por el sentimiento de morriña que alberga hacia la persona que ya no está. Poniéndome realista diría que es por pura mala hostia: "¡Pues ahora te jodes!". Al fin y al cabo, la venganza es un sentimiento muy humano.
Para la persona agraviada, el asunto pasa por varias etapas. La primera, echar de menos algo; la segunda, preguntarte dónde demonios lo habrás puesto; la tercera, cuestionarte quién lo tiene; la cuarta, darte cuenta de quién lo tiene; la quinta, pensar cómo reclamarlo; la sexta, pasar de todo con gran dolor de tu corazón y acordarte de la familia más cercana del ladrón con gran sentimiento. Al fin y al cabo, si dispusieras de lo robado no le harías ni caso, pero como lo tiene otro, ay amigo, eso duele y le convierte en un objeto más preciado que el rosario de tu abuela.
Un consejo a los agraviados: reclamad lo que es vuestro. La propiedad privada es un derecho y a lo que no hay ídem es que alguien se quede con lo que no lo pertenece. Así que a tragar bilis, a buscar en Facebook al compañero de primero de carrera y soltarle un "Hola, majete, cuánto me alegra haberte encontrado. Sobre todo porque tienes la edición en cantonés de El Señor de los Anillos que te presté años ha y al que llevo décadas reservando un lugar privilegiado en la estantería". Él se hará el sueco (muy en su papel), pero tú te quedarás en paz con tu conciencia y con Frodo tras haberle tocado un poquito las narices.
Por cierto, si alguien tiene cualquier cosa mía que me la devuelva. Un poco de porfavor...

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