miércoles, 6 de abril de 2011

Gotelé

Vaya por Dios. Los modernos han encontrado un nuevo motivo para lanzarse a las barricadas: el gotelé. Molan las paredes lisas y el papel pintado que tanto llegó a aborrecer la generación nacida a finales de los 60 y principios de los 70. Si tu pared está llena de infames gotones, ni se te ocurra invitar a tus amigos más trendy, porque te harán sentir muy, pero que muy miserable. Con solo ver sus muecas de asco estarás deseando correr a casa de tu abuela y rescatar el tapiz de los ciervos que escondisteis en algún momento de los años 80. No para colgarlo en la pared, sino para ponérselo de sombrero, mayormente.
Pobre gotelé. Imagino que a algún interiorista muy cualificado se le ocurrió un día frotarse contra él y, claro, hace pupa. De ahí a demonizarlo solo va un paso. ¿Qué ha hecho tan granado recurso pictórico a los modernos? Existir. Como tantas otras cosas. Bien pensado, es un rollazo ser moderno. En la mayoría de los casos tienes que fingir que te gusta algo (de nombre complicado y look aún más difícil; no falla) cuando lo que de verdad te pone es quedarte en casa haciendo macramé y viendo Sálvame. Te pasas la vida descargando series de internet que nunca ves (el primer capítulo sí, para poder contar algo), escuchando discos que te revuelven lo más hondo, yendo a antros que suenan mal y huelen peor y dictando sentencia, porque lo que dices, faltaría más, va a misa. Menuda penitencia.
Los horteras es lo que tenemos, que somos simples y callados, muy de andar por casa. Lo de simples se entiende, y lo de callados pues, bueno, a ver quién es el guapo que se atreve a decirle a un moderno que no te gusta Chachi von Fire. Te pone cuatro velas negras. Del chino, porque en el fondo son almas de barrio, que yo lo sé.
Mi consejo de hoy: no renunciemos al gotelé, que luego claudicamos y al año resurge con fuerza. Y volver a pintar la casa, incluidos los fondos de los armarios, es un pastón.
Nota: Ojalá La voz de la calle salga algún día. No nos vendría mal un medio de izquierdas.

1 comentario:

  1. El gotelé se lo inventó un vago que no conseguía dejar las paredes lisas... pero hay muchísimos más inventos por los que tus amigos tendys pueden dejar de hablarte.

    Si no quieres quedar mal con ellos, no se te ocurra cerrar tu terraza con ventanales de aluminio para poner una salita de estar en ella, y menos todavía, coloques por fuera de la inútil barandilla el aire acondicionado. Tampoco vistas este próximo verano pantalones piratas blancos con chanclas... son lo peor!!

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